Los residuos de producción son una realidad común para todas las empresas manufactureras. Se trata de materiales, semielaborados o piezas terminadas que no pueden venderse porque no cumplen con los estándares de calidad requeridos o por otros motivos.
Además de generar un impacto ambiental negativo, los residuos de producción también implican costes considerables para las empresas, que deben encargarse de su eliminación. Sin embargo, gestionar estos residuos puede verse más como una oportunidad que como un problema, ya que algunos de ellos, mediante un enfoque estratégico, pueden transformarse en un recurso valioso.
Reutilización: una elección concreta para la protección del medio ambiente
En Fabo hemos decidido tomar esta opción de reutilizar parte de nuestros residuos para crear otros materiales de uso. Para ello, colaboramos con Lucy Plast, una empresa que regenera materias plásticas, produce gránulos, compuestos y fabrica por inyección artículos de plástico regenerado. En 2023 hemos suministrado a Lucy Plast casi 600.000 kg de material residual que se presentaba en prensas y bobinas, y que fue recogido mediante camiones y tráileres.
Nuestros residuos se utilizan en producciones para obtener compuestos regenerados y certificados según la Certificación PSV (Plástico segunda vida), y nos proporcionan los códigos de los materiales en los que se emplean nuestros residuos.
Qué se produce con nuestros residuos de producción?
Gracias a este proceso de regeneración de nuestros residuos, se fabrican cajas de plástico para uso agrícola, palets reutilizables, bridas moldeadas en PP, conos para señalización vial y nuevos gránulos de plástico reciclado.
Cada lote de compuesto regenerado está acompañado por un dossier REACH que documenta el origen de los residuos, el proceso de fabricación y las características finales del producto.
La valorización de los residuos de producción es un elemento clave de la economía circular, un modelo económico que busca minimizar los desperdicios y maximizar la reutilización de los recursos. Adoptando un enfoque de economía circular, las empresas pueden generar valor tanto para sí mismas como para el medio ambiente.
Creemos firmemente que, de este modo, Fabo contribuye a reducir el impacto ambiental y, al mismo tiempo, mejora la eficiencia empresarial al reducir los costes de eliminación y crear valor.